Más allá de la necesidad de crear muebles, implementos útiles para resguardar todo tipo de cosas del polvo, del olvido, y para nuestra comodidad, los muebles, su diseño, materiales, formas, usos, se han convertido en un arte.
Y como parte del arte, su evolución, estatus económico y difusión a través del tiempo cuentan con su propia vida económica.
Hay muebles que cuestan más que la casa en la que están alojados. Sobre todo en los museos, es común pensar que el valor de un museo es el valor de sus contenidos en obras, y estas obras, en suma, valen más que el edificio que las aloja, aunque éste sea histórico, único, joya arquitectónica.
Los muebles, según las épocas, cambiaron en el material utilizado en su construcción, y la tecnología, por supuesto también los contempla.
A medida que la tecnología se amplía, también lo hacen los muebles, paradójicamente, este tipo de muebles pasa a la categoría de antiguos, con mayor rapidez que los de hace más de 100 años.
No solo la belleza, sino el confort, hacen famoso un mueble, y traspasa las épocas y los estilos, según factores que tienen que ver con ambos aspectos.
El artificio, los materiales, los usos de los muebles más caros, han ido incluso determinando las épocas, según la estética que desarrolla y la época en que nace.
De este modo se conocen muchas versiones de mobiliario, según los estilos.
En esa dirección, se reconocen estilos; el de Enrique II, por ejemplo, entre 1519 y 1559, con acabados lujosos, propio de reyes, y que influenciaría durante muchos años un tipo de mueble fino y prácticamente una marca de su época.
O el estilo Luis XIV, rey de Francia, entusiasta del arte de la decoración que llevó a extremos tales que es reconocible en muchos muebles modernos, el refinamiento y desarrollo del arte decorativo de este rey, lo llevó a construir el famoso palacio de Versalles, considerado una monumental obra de arquitectura.
Así como también el estilo Guillermo IV, entre 1830 y 1837, rey de Inglaterra, que a pesar de conocerse gran cantidad de muebles por su nombre, rigurosamente se lo considera de estilo Georgiano y mezclados con el estilo Luis XV.
De este modo la historia de los muebles, se van imbricando unas en otras, hasta llegar a la era actual, en la que el confort a veces desplaza los artificios artísticos, pero en definitiva y en el tiempo en que se le de un nombre que caracterice ésta época, los muebles actuales serán conocidos por un nombre, como es el modo de clasificar e identificar las diferentes características de muebles a lo largo de la historia.